miércoles, 19 de agosto de 2009

Basta asumir lo que es obvio


Una respuesta mejor pensada, para Mimi.

Necesitamos estar enterados de lo que acontece en nuestro entorno nos guste o no. El día miércoles 11 de agosto, el congresista Mauricio Mulder expresó lo siguiente (en el contexto del mensaje del Primer Ministro: Javier Velásquez Quesquén): “[…] solo le basta asumir lo que es obvio […]”. No deseo entrar en la política porque no es mi área de estudio. Sin embargo la frase que corté y tomé prestada del congresista para este post será de gran ayuda para entender el método de interpretación de la vida al que llamo, lo obvio.
Para vivir mejor y ser ciudadanos responsables debemos entender el concepto de lo obvio y cómo afecta nuestras vidas.
En nuestro país, al que uno de mis profesores llama “el mundo de las maravillas”, todas las cosas suceden al revés: el justo es encarcelado, el ladrón anda libre por las calles, los asesinos viven de manera holgada y se ríen de la justicia, los payasos en el congreso, los ebrios atropellan y los sobrios pagan las consecuencias. Hay cosas que simplemente son obvias.
Para saber que en nuestro país la moral ha decaído no es necesario estudiar, vasta mirar a nuestro alrededor. Para saber quién esta ebrio o no, no es necesario hacerle una prueba toxicológica, sólo vasta estar cerca.
Todos vivimos de modos distintos, estudiamos diversas carreras; pero todos concordamos en ciertos puntos que obviamente pueden ser catalogados como buenos o malos.
Beber alcohol para muchos es bueno, para muchos otros es malo. Para las personas que dicen que es bueno ponen como sustento lo siguiente: a) da valor, b) ayuda a relajarse, c) desinhibe, d) alegra el momento, e) es mejor que la gaseosa, f) da lucidez, etc. Sus excusas no son muy claras, es decir no tienen un buen sustento.
Pero si estas afirmaciones son correctas me pregunto: ¿Por qué ocurren tantos accidentes de tránsito ocasionadas por personas en evidente estado de ebriedad? ¿será que siempre los culpables son otros y no ellos? ¿Por qué siempre el alcohol está relacionado y/o conectado con casos de violencia familiar y/o abuso? ¿seguiremos escuchando todavía la frase: estaba ebrio y no sabía lo que hacía? si el alcohol es bueno para la salud, como algunos alegan ¿Por qué las personas no se sienten bien después de ingerirlos? Ese estado pos-juerga llamado resaca que los atormenta. Si el alcohol es bueno ¿Por qué nuestro organismo reacciona mal cuando lo ingerimos? Me refiero a los vómitos, mareo, pérdida de la conciencia, estar fuera de la realidad, los lloriqueos y las confesiones.
Es OBVIO que el alcohol no fue diseñado para ser beneficioso al cuerpo ¿Por qué siempre leemos: beber en exceso es dañino? Aun así se poco o mucho nuestro cuerpo no fue diseñado para vivir con el alcohol dentro, es obvio que no.
Cuando una persona está alcoholizada no es más valiente, es un cobarde porque trata de evadir su realidad llenándola de “momentos alegres”; piensa que se relaja cuando en verdad el alcohol adormece su ser y no puede pensar con claridad, lo desinhibe hasta el punto de llevarlo al ridículo, pierden la vergüenza y ponen su moral a un lado, de este modo actúa el desinhibidor llamado alcohol; piensa que puede ser feliz con una copa rebosante de alcohol en la mano, cuando en realidad lo que trata de hacer es escapar de su más completa y deplorable soledad porque cuando todos hayan sucumbido ante sus efectos denigrantes, la soledad volverá y su efecto devastador será aún peor. Tanto el alcohol como las otras bebidas artificiales siempre tienen un costo para nuestra salud y creo que el alcohol es perjudicial para nuestros deseos de vivir con salud.
Si el alcohol da lucidez entonces que alguien me explique las tantas muertes, ya sea por accidentes de tránsito como por las enfermedades que provoca, que a diario ocurren y a las que nos hemos acostumbrado.
El problema está que no aceptamos lo que es obvio y que tratamos de justificar nuestras acciones con vanas excusas que no tienen ningún asidero. Sabemos que ciertas cosas están mal pero aún así decidimos hacerlas, ya no es un problema de saber diferenciar entre lo bueno y lo malo es un problema de elección. Cada uno de nosotros decidimos lo que queremos hacer con nuestras vidas: si destruirlas o edificarlas. Son nuestras decisiones lo que al final cuentan, no la justificación de ello.



PD: la lucidez no viene con el alcohol, la lucidez viene de Dios.

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