lunes, 24 de noviembre de 2008

Mitra (mitología)


Mitra son dos dioses de la Antigüedad (en Persia e India). Mitra era el dios de la luz solar, de origen persa que fue adoptado en el imperio romano. Se conservan diversas esculturas, en su mayor parte del siglo II. Se le representa como un hombre joven, con un gorro frigio, matando con sus manos un toro de cuya sangre fluye vida eterna.


El dios Mitra romano


Estatua del dios solar

Mitra matando al toro, (actualmente en el Museo Británico).
El culto se organizaba en sociedades secretas, exclusivamente masculinas. Era muy popular en ambientes militares. Obligaba a la honestidad, pureza y coraje entre sus adeptos.
Las excavaciones iniciadas en
1857 bajo la iglesia de San Clemente, en Roma, mostraron que estaba construida sobre una iglesia del siglo IV, y esta a su vez sobre un templo dedicado a Mitra. Por los hallazgos arqueológicos se sabe que es una religión de origen persa, adoptada por los romanos en el año 62 a. C., que compitió con el cristianismo hasta el siglo IV.
Algunos relatos describen a Mitra en narraciones que muestran grandes paralelismos con los de los
evangelios, acercando la imagen de este dios frigio con el de Jesús de Nazaret.
De acuerdo a lo que argumentan algunos autores cristianos, los textos más antiguos encontrados acerca del
mitraísmo datan del siglo II, siendo tardíos respecto a los del Nuevo Testamento, por lo que la hipótesis de que los relatos evangélicos fueron copiados de los del mitraísmo no tendría fundamento historiográfico. Sostienen que mientras no se encuentren documentos "mitraístas" más antiguos, los existentes hasta el momento sugieren que el mitraísmo adoptó algunos de los mitos del cristianismo mientras coexistieron. (En el artículo "mitraísmo" se sitúa el origen de esta religión en el segundo milenio antes de Cristo).


El dios Mitra védico

Mitra también es un dios
védico de la India. Según el Bhágavata Puraná es el semidiós que controla el movimiento intestinal. En idioma sánscrito el término mitra significa ‘amigo’.
Mitra es uno de los
Aditiás, los hijos de la diosa Áditi. Según algunas fuentes sus hermanos pueden ser siete u ocho, aunque otras referencias llegan a decir que hasta treinta y uno. Aditya indica su clasificación de dioses solares y/o del cielo. Según el Rig Vedá, Áditi es una deidad femenina, madre de todos los dioses, esposa de Kashiapa e hija de Daksha, un dios menor progenitor del universo. Se dice que ella lo contiene todo, y se le podría considerar como «naturaleza» o «diosa primigenia creadora».
En los
Vedás, Mitra es un dios secundario del sol, siendo mucho más conocido Suria, que sí queda bien definido como el Dios Sol en todas las escrituras en las que se le menciona.
El Mitra védico nunca va solo, sino en compañía de su hermano gemelo
Váruna, según el Rig Vedá, y los dos están incluidos entre los dioses hermanos Aditiás. Mitra está relacionado con los juramentos, las promesas, los contratos, la honestidad, la amistad y los encuentros, así como considerado como el suave sol del alba. No suele tener tanto protagonismo como su "conflictivo" hermano, y por ello suele pasar más desapercibido. A veces se le confunde con Indra, aunque éste es dios del fuego, y bastante más belicoso.
En contraposición, a su hermano
Váruna se le asigna la creación de rayos, tormentas, lluvias, de las aguas, los oceános, los ríos y los bajos mundos o de las profundidades. Incluso se le llega a asignar el papel de Dios de los muertos, y dentro del agua, siempre va acompañado de nagas. También en el Rigveda se menciona su papel de dios lunar o Chandra, posteriormente asignado a Shiva.
El tándem Mitra-Váruna también viene mencionado en los antiguos
Puranás, y no se describe muy bien su procedencia. Todo ello apunta a que pertenecieron al rango de dioses anteriores del período pre-sánscrito, antes de la aparición del hinduismo primitivo. En este hinduismo primitivo y medio, el dios que ocupaba el rango de dios-sol era Suria, en oposición al dios lunar Chandra.
Hay que comentar que en los
Vedas, no hay mucha claridad en la identificación de muchos dioses. La razón es porque con el paso del tiempo fueron cambiando los cultos, donde se mencionan a dioses que ya casi nadie recuerda a excepción de unos pocos estudiantes de las escrituras y algunos brahmanes, todos muy versados. O bien se da el caso de que se cree en otros dioses que no están apenas mencionados en las escrituras sagradas hindúes.
Lo cierto es que Mitra, como su madre
Áditi y el resto de los Aditiás, pueden ser reminiscencias de tiempos muy anteriores al establecimiento del vedismo (religión anterior al hinduismo). O incluso que el propio Suria, del que hay información suficiente como el Dios Sol, puede también haber sido una especie de «adquisición nueva» para asimilar cultos de otras zonas de la India. Actualmente en el culto hindú, los Aditiás ocupan un segundo plano bastante lejano a la práctica real diaria de todo hindú común. Aún así, hay sijs y otros credos y religiones de la India y alrededores, que todavía creen en Suria de alguna manera, dejando huellas de que en su momento de auge fue comparable al culto del Dios-Sol Amón-Ra en Egipto.
Todo ello viene a decir que el dios Mitra védico, como Dios-Sol no tiene en el hinduismo la relevancia que tuvo
Suria. Y aunque el dios-sol Suria tuvo un papel protagonista, fue posteriormente relegado a un segundo plano por otras deidades.
Aun así, todavía hay algunos lugares donde Mitra es invocado, principalmente en juicios y en contratos, para asegurar su cumplimiento, así como la honestidad de los implicados.

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